domingo, 5 de octubre de 2014

J7: Valencia 3-1 Atlético de Madrid

Caraja inicial, resultado final



El Atlético culminaba en Mestalla la subida del primer puerto del calendario tras recibir a Sevilla y Juventus en apenas tres días. Y efectivamente el resultado evidenció la dificultad que se presuponía, si bien a velocidad rápida. Un inicio colosal de los valencianistas de poco más de diez minutos dinamitó el resto del partido. Siquiera erró un penalti que pudo cambiar el partido.


Apenas les había dado tiempo a los espectadores a tomar asiento cuando un error de entendimiento entre Miranda y Moyá le regaló el primer gol a los locales. Un error tonto hizo que el primero cabeceara a la red de su portería un balón largo sin excesivo peligro. Caras largas y falta de ritmo. Tanto, que en la siguiente jugada de ataque André Gomes pudo plantarse en el área pequeña rojiblanca tras varios quiebros de gran calidad que finiquitó con un potente zurdazo. El segundo, 2-0. Y quedaba la traca final aún. Pasaban los diez minutos de partido. Córner a favor del Valencia y Otamendi entra como Pedro por su casa. Testarazo y 3-0, incomprensible.

Desde luego un guión que nadie esperaba y que menos explicación tiene. Es obvio que no tiene mucho sentido que el Atleti iniciara la jornada del sábado tras haber jugado el miércoles por la noche. Pero donde manda capitán no manda colchonero, y ello tampoco justifica semejante caraja. Sin embargo, a partir de ahí, el Atleti se enroló al encuentro con sorprendente normalidad. Tal resultado hacía esperar 75 minutos de tedio, pero sin duda el 3-1 final no refleja el desarrollo del partido. De ello se encargó Tiago.

El portugués, que esta semana recuperó internacionalizad, volvió a protagonizar un gran partido. Desde el cuarto de hora, cogió el balón, templó y mandó en el medio, y los del Cholo comenzaron a llegar con peligro. Cuando la vista se iba al resultado, los ánimos bajaban, pero paradójicamente los minutos daban méritos a los madrileños. Gámez, que dio descanso a Juanfran, cumplía en su lateral y Koke entraba en juego. Fruto de Tiago, precisamente, salió un fuerte lanzamiento de fuera. Tras rechace del portero, Mandzukic bien situado convirtió en gol de cabeza. 3-1, y el cariz del partido dejaba algo de optimismo. Seguro que hubiera pintado muy diferente la cosa si al filo del descanso Siquiera convierte el penalti del que dispuso. Cosas del destino, un consumado especialista que en Granada y Benfica no fallaba un penalti, ayer lo regaló cruzándolo muy flojo.

Sin duda ese posible 3-2 antes del descanso habría dado otro color al asunto, y así lo evidenciaban las caras del público de la capital del Turia. El Atleti estaba llegando, y de hecho antes de ese penalti señalado por mano de Gayá, los atléticos reclamaron otro. Así las cosas, con 3-1 comenzó la segunda parte, marcador que ya no se movería. En este periodo el ritmo fue más al ralentí, aunque igualmente el encuentro se desarrolló con mando rojiblanco. De hecho el italiano Cerci anotó un gol tras control y definición de calidad, pero el árbitro lo anuló por mano. No sólo no dio el gol, sino que el italiano fue expulsado por la acción. El día que es que no, no sale nada. Una sensación agridulce, pues deja muchas dudas sobre cuál hubiera sido el resultado de haber habido un inicio normal. En cualquier caso, de los errores se aprende. Y en un campo con un rival de tal envergadura e intensidad, los errores se pagan. El tiempo dirá sobre este Valencia triunfal a estas alturas.