jueves, 10 de noviembre de 2016

Mi gol en el Calderón...




-"Pero, ¿seguro que vas a ir hija con el frío que hace y lo tarde que es?".
- "Sí mamá, me he abrigado mucho. No te preocupes". 

Y así, con más frío que vergüenza, una pequeña toledana llena de rizos y a punto de cumplir 16 años, salía de casa junto a sus tíos: Luismi y Morales, para poner rumbo al Vicente Calderón. Como cada partido. 

Ese día era diferente. Iba a un derbi. Y todo el camino me lo pasé diciéndoles: "yo creo que hoy va a ganar el Atleti porque pasado mañana es mi cumpleaños y me van a hacer ese regalo, ya veréis". 

Con qué intensidad vivía ese camino Toledo-Madrid. Al bajar por Marqués de Vadillo, de la mano de ambos, el cosquilleo que me acompañaba desde que abría los ojos se hacía notar más. Las calles de los alrededores estaban abarrotadas, los cánticos y las banderas inundaban el Paseo de los Melancólicos. Compramos el bocadillo en 'El Alegre' mientras mis tíos hablaban con sus amigos. Yo mientras no paraba de mirar a la gente y les decía: "venga, vamos a entrar ya que van a salir a calentar". Y por no oírme más, pasamos al estadio. 

Gritaba en la valla los nombres de los jugadores, pedía a Fernando Torres que me dedicara un gol, me acercaba al córner de Pantic a ver qué iban a sacar en el fondo sur. Ese día, el 24 de febrero de 2007, un gran tifo con el lema: "CREER HASTA VENCER" se desplegaba al mismo tiempo que saltaban los jugadores al terreno de juego. 

A los 10 minutos de partido, como si me hubiera escuchado durante el calentamiento, Fernando Torres marcó. No me lo dedicó. Pero en ese momento estalló la locura en el Calderón y especialmente en el fondo sur. Una gran avalancha de gente provocó que la valla se rompiera. Del resto del partido me sobra hablar. 

Me quedo con ese momento. Con esa magia y esa locura que hace que hoy, 10 años después, me siga acordando de ese gol como si lo hubiera vivido ayer. 

Y el tuyo, ¿cuál es? Cuéntame ese gol que te hizo vibrar en el campo usando #MiGolEnElCalderon en Twitter